Actualmente, existe un gran demanda en el consumo de alimentos procesados. Su altísimo contenido en grasas y los numerosos químicos que contienen, han transformado un alimento nutritivo, en un alimento artificial y perjudicial para nuestra salud.
Entre los numerosos aditivos que llevan este tipo de alimentos, se encuentra el glutamato monosódico (GMS). Este aditivo recibe también el nombre de «umami».
El umami es un sabor que se encuentra de forma natural en carnes, champiñones o espinacas; pero en el caso de los procesados, este sabor se obtiene mediante un compuesto químico que potencia y mejora el sabor de los alimentos procesados.
Por lo tanto, lo que hace es engañar a nuestro cuerpo haciendo creer que la comida es fresca y que por tanto, conserva todos sus nutrientes.
¿En qué nos afecta el glutamato monosódico?
En consumo de productos que incluyan este aditivo, puede causar dolores de cabeza, mareos, nauseas, espasmos musculares, etc… porque el GMS es una neurotoxina que daña el sistema nervioso y sobre-estimula a las neuronas llevándolas a un estado de agotamiento. Es tal la sobre-estimulación que produce, que en algunos casos, mata incluso a alguna de ellas.
También afecta al cerebro causando malestares físicos en caso de que el nivel de glutamato en sangre sea muy alto.
¿Cómo evitar su consumo
Para evitar el consumo de este aditivo, debes leer detenidamente el etiquetado de cualquier producto procesado, buscando los términos «glutamato monosódico», «potenciador de sabor» o «E-621».
También es recomendable que leas las etiquetas de otros productos aunque no sean alimenticios, pues también es posible que lleven una pequeña cantidad de este aditivo.
En Luis Gil, todas nuestra gama de productos es ecológica, 100% natural y está exenta de cualquier aditivo de este tipo.
Y tú ¿conocías lo perjudicial que es el glutamato monosódico?